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martes, 1 de noviembre de 2016

La ignorancia



Leyendo los comentarios sobre un artículo en la página de facebook de El Ideal de Almería sobre el sexo oral y las Infecciones de Transmisión Sexual me encuentro estos comentarios:





Sinceramente esto es producto no sólo de la ignorancia sobre la asexualidad, sino de la poca o nula educación sexual y la falta de información sobre salud sexual, porque muchos sabemos que el sexo oral sin protección puede acarrear diversas enfermedades, entre ellas el cáncer. No sólo me duele porque el tema de las Infecciones de Transmisión Sexual es un tema demasiado serio como para banalizarlo, sino porque desde la más simple ignorancia se atreven a echar la culpa a los asexuales de escribir dicho artículo. Lo segundo es lo que más me ha dolido, lo que me ha hecho ver que hay personas que nos ven como los aguafiestas o los frígidos cuando en realidad no lo somos. No rechazamos el sexo, y sí tenemos derecho a pedir respeto por nuestra orientación sexual. No me han insultado a mi persona, pero me siento insultada, no tengo por qué recibir consejos sobre cómo vivir MI vida, nadie es quién para intentar cambiar la sexualidad de nadie, más que nada porque es difícil. Ahora sólo falta que la propia sociedad se dé cuenta de que los asexuales existimos y que ni tenemos ningún problema ni que formamos parte del problema. 

viernes, 9 de septiembre de 2016

Una muestra más de la hipersexualización


¿Seguro que el sexo aporta felicidad? Pues NO. Puede haber un pequeño período de placer, pero no aporta tanto a la felicidad; de hecho esto sólo es una muestra del proceso de  hipersexualización por el que atraviesa la sociedad actual. Si en el pasado hubo mucha más represión y menos libertad sexual; actualmente las personas vivimos en una constante presión, no sólo a nivel individual, también a nivel grupal (sobre todo a nivel generacional) para que tengamos más sexo si queremos estar integrados socialmente. 

Desde luego que los asexuales no vamos a tener menos felicidad por no tener sexo con otras personas o con un@ mism@. Hay otras cosas que nos aportan felicidad como la amistad, el compañerismo, la cooperación... valores positivos que no necesariamente se tiene que dar en una pareja.

Se observa con claridad un interés por parte del sistema basado en la heteronormatividad; sobre todo en lo que concierne al mercado y al consumo dentro de la todopoderosa industria del sexo. El sexo, actualmente se considera como uno de los elementos esenciales para ejercer un gran poder de control en la sociedad y con el que es más fácil manipular. No estoy rechazando el sexo en sí, sino en la idea actual que, no sólo tiene la sociedad, sino también el sistema sobre él. 

En eso se ha convertido el sexo, en una manera de controlar y manipular, sin pensar en que ese bombardeo de mensajes, en algunos casos muy exagerados, que desde los medios de comunicación nos llegan, afecta de manera negativa. 

De esta hipersexualización surge la idea de que la asexualidad es un trastorno mental o sexual (por bajo nivel de líbido) cuando se está demostrando que no es así. La asexualidad es una orientación sexual como puede ser la homosexualidad, la bisexualidad o la heterosexualidad, y como tal, se es asexual, no se hace. 

Lo que pido es que no se banalice tanto el sexo como si de un elemento sagrado e intocable se tratase. Sí, el sexo es algo natural de la especie humana y animal, pero también digo que no tiene por qué la vida tiene que basarse sólo en una cuestión sexual.